miércoles, 28 de septiembre de 2011

El guiñol y sus consecuencias

Entrevista al elenco de El retablillo de don Cristóbal

A mis veinte y nueve años de edad, (es calvicie prematura, no se sorprendan), estoy aún a tiempo de darme licencia y lanzar una hipótesis que se abra a la rica y gran posibilidad de ser defendida o rebatida en el futuro; me atrevo a asegurar que en caso de que en La Coruña haya habido titiriteros el niño Francisco Franco Bahamonde nunca enfundó en su mano un Guiñol.

David, Denisse, Fernando y Lorenzo, una funciòn màs del retablillo de don Cristóbal, ¿Cómo están?
L. P.- Bien, un tanto cansados.
D. V.- Cansados pero felices
D. A. E.- Bien

Entonces, esta obra es de García Lorca ¿Qué es lo que se conmemora?
L. P.- Más que conmemorar es recordarle, aunque es un autor que está presente en la literatura, en la poesía y en el teatro lo está realmente poco en el arte de los títeres, entonces decidimos montar esta obra no pensando tanto en estos setenta y cinco años, sino en que el texto nos encanta.

Como bien indican en su programa Lorca fue un autor que con esta obra rompía un tanto con el teatro "de buen gusto" ¿No es así?
D. A. E.- En cuanto a la crítica política él siempre dijo lo que pensaba, creo que en todas sus obras refleja los más hondos vicios de la sociedad; en su forma y estructura aunque finalmente le entró al teatro burgués pero siempre insertó una crítica social y dentro de la época que le tocó. Lorca escribió y dirigió esta obra, el era un amante de los títeres, también hizo la música al piano, actuaba incluso en la obra, en el papel que ahora hace Fernando, al estar tan vinculado seguramente no le fueron tan importantes las indicaciones técnicas teatrales.
Los guiñoles son seres escénicos con mucho carácter por sí mismos ¿verdad?
L. P.- Sí, esta obra ha sido muy montada incluso por actores, aunque nosotros por lo general tomamos textos teatrales y los adaptamos a los títeres; es sorprendente en este caso el que es una obra escrita específicamente para títeres y que sea muy tomada por actores.

Aunque la cabeza humana y la del títere reaccionan diferentes al cachiporrazo, ¿Cómo están hechos estos títeres?
L.P.- Se refuerza donde van a ser los cachiporrazos para que aguante, la cachiporra también tiene su técnica, hay todo un estilo de cachiporra, incluso el propio Lorca escribió una farsa sobre la cachiporra donde es un elemento fálico pero también justiciero. Digamos que para lo popular hay muchos recursos.

D. V.- Una de las cosas que pide el texto es el cuello largo, de hecho pide específicamente un metro, y es que justo en esa época es un gag, viene de la comedia del arte traducido de alguna forma, lo de la cabeza o tantas otras cosas y acciones, Lorca conocía muy bien el lenguaje del Guiñol, finalmente los textos van proponiendo las acciones.

L. P.- Hay una anécdota en que él hace una entrevista a los viejos Andaluces que vivían en el barrio donde él nació, y lo recordaban como al niño, como un hombre que se había ido a la ciudad a estudiar filosofía y literatura, no lo entendían, lo recordaban como un niño inquieto que hacía títeres de cartón mientras la tía le recortaban los vestuarios y entonces Rosita o la solterona es un personaje que andaba en el poblado, el viejo de la luna era otro, recurrió a personajes de su barrio.

¿Habrá más funciones?
D. V.- Dado que la temporada ha tenido mucha demanda vamos a extenderla los sábados de octubre 9:30 pm, y mañana hay función, en el rincón de los títeres tenemos el programa titiridomingos, son tres funciones a las 12:30, 5:00 y a las 7:00, la obra que está en cartelera ahora es el retablo vagabundo que retoma tres cuentos del maestro Javier Villafame, es para toda la familia.

¿Algo más en que quisieran ahondar?
F. S.- A mí me motiva mucho la participación dentro de este espectáculo porque es un gran reto hablar desde la visión de Lorca, lo que el pensaba y de lo que en este momento también yo siento muy acorde con nuestro tiempo en cuanto a llenar el teatro de espigas frescas, entonces hay una empatía desde mi visión sobre lo que Lorca manifestó hace más de 75 años, y eso es un gran reto porque cada una de las palabras están cargadas de vida, es un texto muy rico y es un gran reto después de tantos años revivir a Lorca en nuestros días.

Tiempos en que hay una circunstancia con la que también hay una empatía padeciendo circunstancias violentas y estúpidas creo yo. Lorca, al fin y al cabo, un poeta que, como bien dijo Aarón, expresó lo que pensaba con sus respectivas consecuencias. Amigos, muchas gracias.
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