miércoles, 27 de julio de 2011

Pina Bausch, signo y danza

Por Marsel Esbey Toledo Aguilar

La crueldad, la ironía, la oscuridad, el amor; aspectos fundamentales de la condición humana y de la producción de Pina Bausch. Fue alumna de Kurt Joss y Sigurd Leeder. En 1973 funda el Tanztheater de Wuppertal. Es creadora del teatro-danza, género en el que Pina encuentra su lenguaje para hablar desde su contexto: la sociedad postmoderna, después de todo, el contexto social determina las manifestaciones artísticas en general. Pina logra con su poética reflejar las condiciones del hombre postmoderno, se basa en situaciones cotidianas y las trasgrede reconfigurando además las concepciones canónicas sobre la estética del cuerpo en la escena.
“Café Müller” (1978) provoca, al menos personalmente, una conmoción paralizante. En la obra los personajes tienen una calidad de movimiento específica que los determina, y sus acciones corresponden a estas características. El recurso de las repeticiones con sus rompimientos son generadores de tensión que a su vez se suaviza con calidades de movimiento muy sutiles. El uso de los silencios, contrastes y analogías entre el discurso musical y el corporal contribuyen también a estas tensiones emotivas. La obra está llena de signos que, aunque tienen que ver con una intención particular de la autora, son parte de un imaginario colectivo, podemos identificarnos con los personajes y emocionarnos.
En “Bandoneón” más que un montaje la obra surgió de un proceso exploratorio en el que los intérpretes se ven totalmente involucrados; todo el equipo de trabajo se implica en el proceso y discurren hasta alcanzar el producto final. Los intérpretes proponen, transforman, interpretan; Pina propone, dirige, selecciona y los encausa planteando cuestionamientos que les obligan a investigar sobre la escena, sobre el cuerpo y su mensaje, sobre los símbolos que porta y que genera.



Embrujos, Poesía y Jazz

Entrevista a Rodrigo Hernández y Álvaro Zúñiga, actores de la ORTEUV

No cualquier físico fuerte y estético reacciona favorablemente a la escena, y dentro de este selecto grupo no muchos cuerpos escénicos salen bien parados ante la experimentación, y dentro del exclusivo grupo de los que salen bien parados de la experimentación contados deben ser los casos en que el producto, (perdón si la palabra ofende), no sólo es interesante sino también propositivo y además, (agárrense de donde puedan) divertido. Álvaro Zúñiga y Rodrigo Hernández, jóvenes y talentosos actores miembros de la ORTEUV comparten un poco de su experiencia en Bintou, experiencia que comparten con el también talentoso actor Freddy Palomec, quien, por causas de fuerza mayor, no pudo participar en la presente entrevista.

¿Nos podrías hablar de tu personaje Rodrigo?
Rodrigo.- “Mi personaje se llama Kelkal, es de extracción árabe, es uno de los tres amigos que protegen a Bintou a la cual conoció en circunstancias muy particulares. Él también vive en los suburbios de París. Enloqueció por Bintou cuando ella visitaba a su hermana y él quedó loco por al verla bailar. Kelkal es poeta, es un chico que va bien en la escuela, tiene buenas expectativas en su vida y cuando conoce a Bintou comienza a hacer muchas cosas en su nombre para agradarle y entra a la banda de los Prepos donde conoce a Manu y a Black Out.”

Y tú Alvaro ¿Qué hay de tu personaje?
Álvaro.- Se llama Emanuel, o Manú o Mi embrujo como le dice Bintou, es su novio y a sus diez y ocho años ya es ex adicto al crack, lo cual ya es bastante fuerte, pero ahora se dedica a la venta. Bintou lo saca de las drogas pero lo deja como dealer, quizá sea el único que cuenta con dinero de la banda de los Prepos, tiene un trauma tremendo pues aún siendo el novio de Bintou teme no haber hecho lo suficiente para agradarla por no haber hecho todavía algo tan fuerte como matar a alguien en nombre de ella como ya lo hizo Black Out. Su motivación es entonces buscar matar a alguien para hacer algo más relevante.

Una de las partes más impresionantes de la obra es este monólogo dividido entre tres que ustedes hacen junto a Freddy Palomec, ¿Nos podrían hablar sobre esta escena?
Rodrigo.- La escena se llama Jazz, esa era la referencia, hicimos varias pruebas jugando con los textos, desarrollándolos, moviéndolos, hilándolos, es una escena larga donde cada quien habla desde su perspectiva lo que para él significa Bintou. Jugamos con ritmos, con los tiempos, parados, caminando, sentados, exploramos varias posibilidades. Otra que planteamos fue la idea de un interrogatorio o entrevista, fue muy frontal y directa al público lo que la vuelve muy fuerte.
Álvaro.- Pensamos musicalmente, haciendo algo así como solos instrumentales con la idea de llevar a cabo una "oda a Bintou", eso es lo que tratamos de transmitir.

¿Ya conocían algo de Koffi?
Rodrigo.- Pues lo conocemos a él, Boris Schoemann la tradujo del francés y en una lectura dramatizada en Monterrey dentro del festival internacional de dramaturgia se tomó la decisión de llevarlo a escena. Es interesante que pueda parecer un tema no relacionado con nosotros, pero habla de lo que nos pasa como sociedad. Tal vez no hablemos de migrantes africanos en los suburbios de París, pero al fin y al cabo podemos encontrar muchas referencias, muchas similitudes de lo que somos como sociedad y como nación que vivimos este fenómeno de la migración, el estar en un lugar al que no perteneces con tus costumbres y esa es una lucha contemporánea. Otra cosa interesante es experimentar con la música, hay varias escenas que son en la idea una clara invitación a que esa parte sea musical. Normalmente está muy dividido el teatro en musical y no musical, el volverlo rap se acerca a la gente de una manera muy especial.
¿Ha resultado enriquecedor trabajar en una obra musical?
Álvaro.- Muchísimo, desde el aspecto de la voz que se trabaja muy distinto y también el que la música lleva danza, todo el entrenamiento para bailar ha sido muy benéfico ara nosotros como actores.
Rodrigo.- Sí, ha sido benéfico este “no haberlo hecho antes” y no saber lo que implica hasta que lo haces como actor, estar moviéndote y estar en el personaje, que normalmente ahí nos quedamos, aquí aunque sólo hagamos coros la postura requiere el triple de energía.

¿Ustedes, mexicanos, con qué elementos han construido a sus personajes?
Álvaro.- Hay referentes muy concretos de lo que son las bandas, creo que cada quien tendrá los suyos, una vena que nutrió mucho mi trabajo fue el tema de los niños, de las tarugadas que hacen los chavos para gustarle a una chava, o para entrar al grupito, y en el contexto donde tienen una pistola en la mano pues se avientan a hacer esto, pero sigue siendo una cuestión de niños en un ambiente que los orilla a esto, por más distante que se dé la temática se puede reducir a cosas tan básicas como la adolescencia y esos cambios.
Rodrigo.- Creo que esta obra es un proyecto interesante, y me gusta el hecho de que sea un buen experimento, ir corrigiendo los detalles, creo que es una apuesta muy interesante, como apuesta de experimentación se ha ido nutriendo, vamos mejorándola cada vez más. No es un espectáculo de maquila con el proceso creativo ya predispuesto, creo que se apuesta y esa apuesta es interesante.

¿Ustedes como hombres, y como artistas como ven esta circunstancia violenta de la mujer en África?
Rodrigo.- Hablar de la ablación femenina es un tema muy delicado, es algo muy triste, hablamos mucho sobre el tema obviamente hablando también de un símil de lo que pasa en México sobre el aborto, como dice el programa: los ríos de la sangre de las mujeres corren en todo el mundo, en el tema del aborto clandestino en México al igual que la ablación en África los números son aterradores, son formas de violencia que se tienen que erradicar y creo que son los temas de los que tenemos que estar hablando, de esto y de la violencia que estamos viviendo, es algo a lo que nos debemos estar confrontando como artistas. Creo que el teatro aunque no tenga implicaciones de carácter social siempre está frente a un público y tiene que buscar ser congruente con el tipo de sociedad y el tipo de momento histórico en el que está viviendo.
Álvaro.- Hablar del contexto Africano nos ayuda a reflexionar de dónde vienen estas cosas como la prohibición del aborto porque están puestas en la obra las razones religiosas de la ablación que son razones de peso para la gente de tradiciones, tal vez por ser jóvenes estemos fuera de contexto con el asunto de la prohibición pero para cualquier católico de pro vida la carga religiosa que tiene este asunto es muy pesada, entonces hay que ver las dos caras de la moneda y reflexionar qué es lo más válido. Con la ablación las consecuencias son horribles a tal grado que las mujeres se niegan a que se lo hagan a las hijas, pero es invitar a reflexionar que pasa con esta violencia a las mujeres, no sólo está el asunto de la ablación, hay una chica que ve en la danza del vientre un medio como alguien acá puede bailar en un table dance para sacar a su familia adelante. Hay mucho que decir.

¿Cómo hace la dramaturgia contemporánea para hablar de estos problemas?
Rodrigo.- El arte de escribir para teatro tiene que ver con escribir para ciertas posibilidades escénicas y creo que eso corresponde a cada dramaturgo. Creo que la dramaturgia contemporánea puede acercarse a este tipo de problemas y ser consecuente con los tiempos que se viven. Hay personas que escriben las mismas cosas con cambios muy sutiles o muy morbosos y creo que eso dependerá de cada quien. Hay más escritura que puestas en escena y es lo que yo he visto respecto a varios textos, muchos textos, incluso Carballido: ya en escena adquieren una dimensión que no tenían en el papel, y que se dejan de lado porque la gente no se vaya a espantar o enojar, entonces creo que hay que confrontarnos tanto desde la dramaturgia como desde la dirección o la actuación.
Álvaro.- Citando a LEGOM el teatro habla a los hombres de asuntos de los hombres, olvidando la relación con la dramaturgia, al grado que haya violencia contra las mujeres tendrá que haber drama que hable del tema, y que esté en nuestros escenarios hasta que no necesitemos hablar de él.
Rodrigo.- Ahora la compañía está presentando una obra de Bárbara Colio llamado Usted está aquí y habla de otro tema que es el secuestro, y llegamos a esto viniendo de un ejercicio de teatro que se llamó Fragiles Historias en Materia Prima que sí, manipulaba objetos, pero realmente sólo era un divertimento para el espectador. Por un lado también necesitamos esas cosas pues, estando inmersos en esta situación violenta en México, también se necesita algo que te recuerde el lado bello de la vida. Contribuyendo positivamente y siendo artistas comprometidos sea el tema que sea podremos tocar una fibra de los espectadores. El ocio no tiene que ser una evasión, puede haber algo bello, pero no un opio, o una baratija.

¿Algo más que desearan agregar?
Álvaro.- Pues invitar a que vengan a ver Bintou jueves y viernes a las 20:30 horas, sábado y domingo 19:30 horas en la sala chica, y… nada más Gracias.
Rodrigo.- Gracias.

A ustedes, bueno, pues buenas noches.

Contra un folklorismo retrógrada.

Sin necesidad de consultar ningún Blackberry, Boris suelta la información con la puntualidad clara, (y a veces también anecdótica), de un ordenador procesando los elementos esenciales de su discurso, discurso, por lo demás, fecundo y enriquecedor, aquí una breve muestra.

¿Nos podrías hablar sobre Koffi Kwahulé?
“A Koffi le llegan como diez invitaciones al año a África, y el va una vez máximo pues comenta que le duele demasiado. Me pareció algo muy fuerte que cuando llegó aquí, era la primera vez que visitaba Latinoamérica el año pasado cuando vino a Monterrey a la semana internacional de dramaturgia, se sintió a gusto, se fue al mercado él solo y se compró una máscara de lucha libre, además es un negro enorme de dos metros, y deambulaba por todos lados espantando a los de la semana, era divertidísimo. El sintió que la reacción del público en Monterrey era exactamente la misma reacción que había tenido en muchos otros países del mundo, por eso pensaba que la obra podía hablar también de una pandillera mexicana.”

¿Tú, que tradujiste la obra, le metiste el rap o ya le traía?
“No, la obra tiene coros como cualquier tragedia y sólo es cuestión de adaptarlos al rap, es una tragedia rap.”

¿No fue difícil?
“Pues sí, pero me gustan los retos, por eso y lo africano, me gustaba ver la obra muy espectacular.”

¿Por qué este acomodo de tres por tres con los actores y actrices?
“Pues porque así es el reparto, tres integrantes de la familia, en el coro por lo general son tres, hay tres personajes de "los prepos", tres de "los pitbulls", no tiene un significado en especial. La idea visual surgió de Fernando Flores, el escenógrafo, yo quería una mezcla entre la tragedia griega y la tribu africana y este es el resultado.”

¿Podrías hablarnos por favor sobre la circunstancia de violencia a la mujer en México que te ha motivado a desarrollar esta puesta en escena?
“Yo quise montar esta obra porque una de las cosas que más me extrañan de México es la visión moralina religiosa que se tiene hacia el aborto, me parece vergonzosa, hay muchísimas mujeres desangrándose en abortos clandestinos en México y eso es una afrenta a cualquier derecho humano, y todo esto por una óptica religiosa, absolutista y retrógrada. Lo peor es que cuando se comenzó a liberalizar esto dieciséis estados de la república emitieron leyes para penalizar el aborto para que no sucediera lo que está sucediendo en el Distrito Federal. No hay obras que hablen de esto en México, me parecía que Bintou, hablando de la ablación de la mujer que se hace por costumbres ancestrales a las niñas en África, podía ser un paralelismo bastante obvio."

¿Hay paralelismos entre lo que se vive en África y lo que vivimos aquí en lo político, cultural o económico?
“Pues la verdad conozco muy poco de África, habría que preguntarle a Bintou, obviamente los caciquismos, las tribus... en fin, ¡no sé!, creo que son dos culturas muy distintas pero puedes encontrar paralelismos entre cuestiones ancestrales y culturales de un lugar y del otro. A mí por eso me parece interesante la dramaturgia contemporánea porque te habla de un problema que ocurre en un país, pero parece que sucede en el tuyo, te habla directamente a ti, lo mismo que obras mexicanas le están hablando mucho a franceses allá, y eso es muy interesante. Toda esta vinculación quita un poco el folklorismo que mucho tiempo ha tenido el teatro africano y Koffi, aunque proviene de allá se fue a estudiar a la Sorbona por lo que tiene otro tipo de formación, tiene esta raíz africana pero con un gusto hacia el teatro contemporáneo, hacia una escritura muy melódica, muy jazzistica que nos aleja un poco del folklorismo al que estamos acostumbrados; ¡Y lo mismo pasa con México! desde fuera lo ves como un país folklórico de pirámides y artesanías, pero la gente llega aquí y se da cuenta de que hay buen teatro contemporáneo y buenos dramaturgos también.”

¿Algo que quisieras agregar?
“Pues que vengan a ver la obra, porque es una propuesta muy distinta y novedosa, el texto bastante fuerte, y una propuesta visual interesante que mezcla música, danza, teatro que fue lo que quise hacer con este montaje.”

Pues muchas gracias, a mi me gustó mucho.
“Gracias.”

jueves, 14 de julio de 2011

Paralelismos, Violencia y Dardos

Leslie Velázquez actriz estelar de Bintou en entrevista

Si bien no es su primer papel protagónico ella misma afirma que lo es a un nivel profesional, Leslie Velázquez protagoniza el nuevo montaje de la Organización Teatral de la UV con autoría del dramaturgo marfileño Koffi Kwahulé, Bintou una obra y también una intérprete que tienen mucho que decir al público mexicano que atraviesa tiempos violentos y absurdos.

¿Quién es Bintou para ti como mujer, como artista y al fin como el personaje mismo?

Bintou es una niña de unos trece años que se abandona a la vida sin esperar nada ¿Cual es la circunstancia que lleva al hijo a tomar esta decisión? que parece la más obvia o fácil; es una... no sabiduría, yo no le llamaría sabiduría, pero si una justificación tan clara y tan madura que no es propia de los trece años. Este abandono del papá, que es muy común, aquí lo vemos representado por el hecho de que pierde el trabajo y se encierra ¿no?

Se deprime

Si, pero ¿Cuántos padres dejan a sus hijos hacer lo que quieran? por la razón que sea: porque tienen mucho trabajo, o porque están deprimidos; ella reclama, ella trae mucho dolor, no es nada más una rebeldía de pubertos, no es esa fanfarronería de los trece años nada más, es más bien decir: "Mi padre es un cobarde y no va a venir a educarme, es mas fuerte su dolor que venir a educarme." Y eso no es gratuito, por un lado, por la otra ella es la voz cantante un poco un mucho de las injusticias sociales que se viven en ese momento: vive en un barrio pobre, no pueden mantenerse solos, la mamá ¿de qué trabaja? ver a su mama trabajando limpiando casas ajenas, los escupitajos y la mierda de los demás: "No me gusta verte así", y a mi cada vez que digo ese texto te juro que se me rompe el alma porque no podría imaginarme eso "Yo soy bien rebelde, soy así pero te juro a veces pienso en ti, no me gusta que viajes, no me gusta ver eso" ¿A quien le gusta ver a su madre sufrir?

¿O a uno mismo?

O a uno mismo, estar estirando el gasto diario.

Eso en sí es ya una circunstancia violenta que en muchas formas nos alcanza a todos

Claro, es violento, también lo es matar gente. Pero decía un compañero, creo que Freddy: “claro que es violento matar a un hombre que sea inocente, o que robe, es muy violento, pero también es violento y en contra de los derechos humanos dejar a la gente sin oportunidades”, marginarlos, y poco a poco sembrar este odio, es realmente doloroso, ¿qué sabes realmente de lo que hacen tus hijos? ¿Les crees? realmente ¿crees en sus palabras? Y el problema de la mujer pues, aunque estemos en el siglo XXI es una cosa que no acaba, cambia de cara pero yo creo que no ha terminado.


¿Se puede decir que los personajes de Koffi son una sublimación, un extracto de su entorno?

Me comentaba el productor Boris Schoemann que cuando hablaba con él le decía que lo invitan al África, el ya vive en París, pero lo invitan varias veces al año a dar conferencias, y el no quiere regresar puesto que es un dolor regresar; no es una soberbia de: "¡Ah, ahora yo estoy muy arriba!", no, es un dolor regresar por todo lo que ve. Aparte de tener esa cosmogonía, una ideología realmente bien planeada y bien justificada, que a nosotros por nuestra formación nos sorprende. Los musulmanes por ejemplo, esta cosa de fe extrema, de que si no se aprenden tal parte del Corán les pegan, no les dan de comer, esta cosa de la castración también masculina, que golpeen a las mujeres también, en muchos países musulmanes las mujeres son apedreadas por infieles, los hombres no, pero las mujeres sí.

Es un fundamentalismo religioso

Exacto, pero no es que tú puedas llegar y decir “esto esta mal”, es que ellos realmente lo creen y lo fundamentan en un dios, y bajo dios se han hecho un montón de cosas con diferentes formas, ¿Cómo van a cortar a las niñas tan chiquitas?, siete años , agarradas de pies y manos cortándoles.

Me comentaba un compañero, David, platicaba con él que si bien muchos grupos suelen hablar de la ablación del sexo femenino como una circuncisión realmente ante lo que estamos es ante una castración.

Con la ablación lo que sucede, al menos lo que yo sabia era que simplemente cortaban el clítoris, lo que nos informaron y lo que investigamos en internet es una cosa de verdad monstruosa, cortan el clítoris, cortan los labios mayores y menores y cosen, y dejan un orificio nada más para la orina. ¡Las mujeres tenemos la orina y la vagina! Cuando hay menstruación, cuando hay penetración cuando tenemos un bebé no sale por la orina, sale por la vagina, o sea dejan un orificio casi en el medio básicamente para orinar,

Y al momento de tener un hijo se va a desgarrar

De hecho, lo que pasa es que las abren otra vez cuando se van a casar, o sea las desgarran, está mal, o sea fisiológicamente ya hay una cosa que está mal, que va en contra de la anatomía, de la lógica del cuerpo...

Una cosa que ya va en contra en sí de la naturaleza.

Lo que entendemos por naturaleza sí, para ellos eso es natural, a las mujeres no las tocan, no las agarran si no están cortadas. Hay un día internacional, que ahora no lo recuerdo, un día internacional contra la ablación, y es una práctica que por prohibida obviamente se hace en las condiciones más clandestinas.

¿Como el aborto en México?

Como el aborto, por ejemplo, que aquí finalmente, bueno en el distrito federal ya es de los estados que dijeron “lo vamos a legalizar” y puedes ir a una clínica y pedirlo, cuesta caro, pero ahí está, en otros estados, creo que fue en Querétaro, ¡caray!, mujeres encerradas porque abortaron, y allá finalmente, aunque sea en las mejores condiciones es un atentado contra la salud, es algo antinatural, pero está fundamentado, ellos tienen su cosmogonía, tienen esta cosa bien plantada del Wanzo, de la lubricidad, de lo eròtico, supuestamente eso es un dardo que enloquece a las mujeres, sentir placer las hace parecer locas, y pueden matar a los hombres, enloquecer a los hombres si les alcanza ese dardo o si el niño nace por ahí.

Es finalmente un fundamentalismo, convertir una interpretación en una verdad absoluta

Claro, y por más que nos indignemos es lo que está, es lo que existe, pelearemos o no pero es toda una cultura también, lo poco que hemos podido conocer a través de la obra es que es, como muchas otras en el mundo, tan rica, tan maravillosa, la africana es nuestra tercera raíz, tú escuchas el tambor hecho con la piel del animal, el son jarocho, la salsa, todos estos ritmos maravillosos, latinos vienen de África.

No en vano Yanga tiene una tradición aquí en el estado de Veracruz, no en vano muchas de las primeras comunidades negras en América se asentaron en la periferia de las primeras ciudades de lo que era la nueva España.

Claro, imagínate lo que es Veracruz o Cuba, estos lugares tan especiales, nosotros y los cubanos somos hermanos de a pelo, y de repente es una cosa tan de hermanos y a la vez tan fuera de nuestra ideología, por un lado la violencia, y por otro lado todo este rollo de creencias fundamentadas.

Se puede decir que Bintou no es un montaje meramente contestatario o de oposición sino que realmente es una cuestión que hermana

Pues mira, lo que yo le comentaba a David es que creo que los paralelismos, las analogías las encuentra cada quien, otra cuestión es la droga, Juanito y su mama, a veces no necesitas ser un yonki para ser así, indudablemente ahí hay otra cara del fundamentalismo religioso.

Sí, por un lado es un opio que no deja ver la realidad, que es el grito de la criatura encadenada, y por otro lado también se vuelve la justificación de la brutalidad.

Si mira, decía Francisco Martín Moreno, este autor que está de moda ahora con sus novelas históricas, creo que son históricas.

Las hay muy buenas

Si, bueno, dio una conferencia donde hablaba sobre la cuestión religiosa, decía por ejemplo: "si a todos los bienaventurados los pobres que sufren porque en el reino de los cielos serán colmados..."

Consolados.

Algo así, súper mal parafraseado, qué pasaría si le dijeran a todo aquel que le falte de comer y cuyo hijo se muera de hambre se irá al infierno, ¿De qué manera cambiaría la mentalidad de todos los bienaventurados que ahora padecen?

Tal vez en la medida en que cambiaría la de un joven de treinta años a quien un presidente francés le dice que si ha llegado a esa edad sin tener un rólex su vida no ha valido la pena.

Imagínate qué parte de este rollo estamos agarrando, o del rollo de la droga: me parece que la violencia radica también un poco en las palabras, en que la niña dice: "somos de aquí abajo, aquí nos vamos a morir, aquí nos vamos a quedar y desde aquí nos vamos a fregar a los de allá arriba, ¿Cómo? Vendiéndoles", la niña no te dice que vendas, creo que nunca habla de la marihuana para el pobre, sino: "véndeles a ellos, véndeles las tachitas, véndeles esto, véndeles en las escuelas de tus hijos, a los rucos a los viejos, a todo el que puedas véndele por que así los vamos a tener aquí, tú no tomes nada, déjales a ellos que se atonten y aquí los vamos a tener en la palma de la mano."

¿No valoras esto un tanto riesgoso en el sentido de que esos que traen en la palma de la mano tienen ahora en sus manos el control?

De hecho si, creo que la visión de ella es al revés ¿no? es así: "por medio de esto los vamos a controlar nosotros, en efecto: "Métete lo que quieras, pero dime: ¿para qué te lo metes?, vas a terminar tarado, idiota, haz de tu vida un cacahuate pero eso no te va a llevar a ningún lado. La gente que esta arriba ¿Por qué está? Aparte de que no es muy brillante, ¿por qué está? esta metiéndose cualquier cosa ¿Que lucidez podría tener, para, por ejemplo, gobernar un país?".

miércoles, 13 de julio de 2011

Seriedad y solemnidad, idiosincrasia del profesionalismo.

Entrevista a Karina Meneses, talentosa actriz integrante de la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana

Con la solemnidad de un profesional implicado en su trabajo nadie pensaría que quien le habla es una actriz que suele construir personajes jocosos, estridentes y divertidos en escena. Karina Meneses encarna en Bintou, la nueva obra de la ORTEUV, a Moussoba, la curandera africana que llevará a cabo la terrible ablación en el cuerpo de una niña de trece años. En la presente nos comparte sus impresiones y parte de su experiencia.

¿Qué es lo que has investigado Karina para construir este personaje tan aterrador?

“Este fenómeno sigue sucediendo a pesar de que se ha comprobado que no es una indicación o mandamiento del Islam. ¡Es terrible! He visto imágenes de niñitas de cuatro o cinco años, ¿Con qué se defienden? ¿Qué resistencia pueden ofrecer? Es horrible que esto siga pasando, nuestra visión podrá ser muy occidental, pero tiene que hacerse algo, algunas familias en este contexto ya han dicho "no", al menos cuando ya se les ha muerto una hija pues no quieren practicarlo en la hermana, pero estas personas son marginadas. Estas operaciones se hacen con instrumentos rudimentarios navajas, cuchillos, ni siquiera instrumentos quirúrgicos, no las anestesian, hablar de esto es horrible.”

¿Y se parece a lo que sucede en México?

“Como se ha dicho antes lo que se busca es un paralelismo entre lo que pasa allá y lo que pasa aquí. En México no se practica la ablación femenina, pero estamos viviendo algo similar en cuanto a que uno no pueda decidir sobre su propio cuerpo, además que el llegar a hacerlo implicará ir a la cárcel. Se justifica que hay una vida de por medio, pero es más importante la persona que ya está viviendo. Es un paralelismo que está puesto aquí, los abortos se realizan de manera clandestina, muy arriesgados, hay mujeres que mueren desangradas por hacerlo así.”

¿Cómo construiste tu personaje?

“Para mí es un trabajo muy importante actoralmente porque es el primer personaje "serio" que hago. En lo que va de mi carrera es el primer carácter así que tengo.”

Perdona pero: ¿No era serio tu personaje en Rosalba y los Llaveros?

“Pues... ¡No!, es decir: era muy jocoso, también el de El atentado, aunque el personaje en sí no sea cómico el contexto de la obra lo plantea así. Son personajes que hacen reír a la gente por ser histéricos o chillones, son detonantes de risa, en esta ocasión no fue así y para mí es muy importante porque estoy abordando otros terrenos a nivel actoral que necesitaba y es padrísimo.”

¿Fue difícil?

“Fue difícil porque fue investigar sobre esta cultura lejana, también conversar con una colega que ha ido y ha conocido a mujeres que han pasado por esto. Hay que pensar que no son en sí personas malvadas, porque me han dicho que doy miedo pero en mi mente no está "soy la malvada del cuento", eso sería muy superficial, hay que mantener esos principios e idiosincrasia que mueven a esta mujer a hacer esto, a ella ya no le duele. Ella es una imposición moral, el personaje es como una alegoría de la ablación misma.”

Muchas gracias Karina

De nada.

miércoles, 6 de julio de 2011

José Limón mexicano y bailarín

por Marsel Esbey Toledo Aguilar

José Arcadio Limón vivió en el norte de México hasta sus cinco años. Él y su familia huyeron hacia los Estados Unidos durante la revolución por motivos de seguridad, esta etapa fue determinante en su obra como intérprete y coreógrafo. Algunas de sus influencias tienen que ver con su vida en México donde había una guerra, violencia y muerte; él mismo afirma que conoció el miedo el día en que mataron a su tío a balazos estando dentro de su casa. Más tarde, entre sus obras personales encontramos solos con temática mexicana (personajes de indio, conquistador, revolucionario, caballero y peón) y que tienen que ver con violencia aunque no precisamente explícita, con la muerte, con la pérdida. Limón se presenta en México en 1951 y su danza seguramente influye a la corriente de la danza nacionalista mexicana.

Las prácticas religiosas, inculcadas principalmente por su madre, tendrían repercusión en su trabajo posterior; en obras como El traidor, (sobre la traición de Judas a Cristo); o Missa Brevis, en las que se revelaba contra la iglesia católica.

La muerte de su madre fue un importante detonador creativo para José Limón pues la vida familiar resulta ahora más complicada; su padre se queda solo con muchos niños a los que había que atender. José se convierte en un muchacho más reservado y triste. Entonces se va a Nueva York con la intención de ser pintor pero al ver un espectáculo de Herold Kreutzburg (de la escuela de Humphrey – Weidman) quedó impactado y decide estudiar danza. Fue alumno de Doris Humphrey, Charles Weidman y Ted Shawn. Tuvo interés en encontrar y desarrollar una “gramática de movimiento específica para hombres” y lo relacionado con la virilidad del movimiento.

José Limón se casó con Pauline Lawrence, pianista y restauradora de vestuario de la compañía Weidman – Humphrey; quien fue una figura muy importante en su vida y su muerte fue muy significativa tanto para él como para su producción. Afectado por este suceso, compuso Orfeo, coreografía en la que notamos una evidente diferencia en lo relacionado a la expresión, se muestra más oscuro.

Las obras de José Limón nos hablan de su vida, y sus etapas; de emociones, de intenciones, de historias, siempre a través del cuerpo pues la intención de su danza era hablar a través del cuerpo sobre la dignidad del hombre.




Compartir la mesa del quehacer teatral

Entrevista al actor Jorge Castillo a cincuenta años de carrera en el arte escénico.

La facultad de arquitectura de la universidad veracruzana ofrece nuevamente un taller de teatro martes y jueves a las 14:00 horas, taller que comenzó a ser impartido y ahora es retomado en recientes fechas después de la administración de Rosalinda Ullóa y Miriam Cházaro, actrices también de la ORTEUV. Entrevisto a Jorge mientras se desprende de su vestuario al término de su monólogo “Jorguito y el tambor”, escrito y dirigido por Enrique González. El de arquitectura es sólo uno más que se suma a la trayectoria como actor, director y maestro de la escena de Jorge Castillo.

Jorge Castillo: cincuenta años como artista, como maestro, director y actor de cine y teatro, ¿Cómo te sientes?
Pues muy bien, es una vocación que descubrí desde los 17 años y me produjo alegría y felicidad desde la primera vez, y he tenido buenas oportunidades, gracias a dios o a lo que se quiera, caí en la puerta de una gran vocación, la creación, el arte es una gran herramienta para transmitir conocimiento y el pensamiento de los mejores hombres. Creo que los dramaturgos son el manantial del teatro, claro que una cosa es la dramaturgia y otra la producción o puesta en escena, son especialidades, si no hubiera autor ¿habría teatro? si lo habría porque un actor podría pararse en un espacio con un tema y desarrollarlo satisfactoriamente, sin embargo el autor es la persona que conoce mejor la realidad y hace planteamientos para que la gente cambie o bien se reconozca a sí misma. Tú sabes que el teatro es la parte más sublime que tiene el hombre para conocerse a sí mismo a un nivel crítico, la literatura de ficción siempre te está enfrentando a ti mismo, hormonas o glándulas espejo, tú ves a alguien en el escenario, o en una novela, esto lo aprendiendo de un libro de Jorge Volpi que plantea el hecho de que el arte te pone en frente de ti mismo, incluso la televisión, no la de televisa o tv azteca desde luego, sino la televisión hecha con conciencia social. Me siento de esta manera, pienso que hay muchos connacionales que se dedican a lo que no quieren, pues yo sí, tuve la fortuna de encontrar el teatro.

Y encontrarte a ti mismo en el teatro
¡Constantemente! 50 años haciendo teatro y estoy descubriendo en cada obra un nuevo Jorge que anda por ahí, tengo alrededor de 60 obras como actor, para mi es algo orgánico, ser actor y director es desarrollar mucho, mucho, mucho mi visión del mundo, del arte, he conocido la técnica de la actuación a partir de leer a los grandes maestros Stanislavsky o Brecht, Grotowsky, afortunadamente tuve unos grandes maestros del teatro nacional como Carlos Ancira, Héctor Mendoza, José Solé, el mismo Alejandro Jodorowsky que no es mexicano pero aquí está. También tuve ocasión de ver grandes actores en México, en la época de oro de la compañía de teatro del seguro social Lopez Tarso, José Gaeles, que hacían teatro clásico, Héctor Ortega, grandes maestros y mis grandes compañeros que fueron como hermanos grandes como Claudio Obregón, Oscar Chávez, los que eran los Caifanes, nos enseñaban y nos cuidaban, ¡No se haga pendejo, póngase a trabajar! Me tocaba el momento en que en México se iniciaba el teatro moderno en los sesentas empezaba yo a ser actor cuando empezaban los beatles, el rock mismo, me tocó un rompimiento generacional muy fuerte, Kubrick, Bergman, ¡Vaya! Y entre eso el gran teatro de la Universidad Veracruzana, que siempre ha tenido mucho prestigio tanto en México como en todo el mundo, para los que no lo crean yo lo he visto, yo he estado en festivales internacionales con la compañía de la Universidad y los han sacado en hombros como a los toreros.

¿Coincidió esta época con tu salto al cine? ¿Cómo fue ese salto y cómo se dió?
Lo que pasa es que viviendo en la ciudad de México hay que trabajar de todo, no te puedes dedicar exclusivamente a teatro, hay que dedicarse a todo para darse a conocer, y un actor puede hacer cine, televisión teatro, radio, como actor tienes que incursionar en todos esos medios, yo participé incluso en foto novelas, participé en una con Blue Demon, por mi carácter casi siempre aparecía como el villano, pero yo estaba trabajando como actor, estudiando y tratando de ser lo mejor educado haciendo el mejor teatro del mundo, pero desde muy joven me he mantenido yo sólo así que tenía que hacer de todo para comer, y en ese momento que recién terminaba la escuela descubrí la fotografía, me profesionalicé haciendo fotografía de espectáculos, fotografiaba danza, teatro, y hacía estudios para actores, modelos, bailarines, llegué a fotografiar el certamen de Miss México. Me podía sostener sacando focos y no tenía que pedir favores en televisa o tv azteca donde es muy deprimente el trato que se le da a los actores que piden trabajo, son unos estúpidos. El haber tenido que soportar despotismos idiotas para poder obtener un puesto provoca que cuando lo consigues te comportas exactamente igual. Es un vicio de conducta. En México trabajé en Calzón sin inspector, en el santo oficio, yo estaba buscando trabajo y donde me daban trabajo pues iba, por supuesto que cuando empiezas te asignan papeles de cualquier cosa, no siempre traes tu personaje. Siempre me llamaban a algunas cosas, y si no me latía yo no iba, tuve una experiencia hace poco con un actor que vino aquí a Xalapa para montar una obra de Ionesco y que me invitó, al negarme me dijo que estaba dejando pasar una gran oportunidad, pero pues me he dado el lujo de escoger mi vida, escoger lo que quiero hacer aunque no traiga un mustang o un bizcocho de esos, pero la verdad trabajando nunca me ha faltado nada.

¿Cómo ves el teatro contemporáneo Jorge?
Tiene hacedores que están muy bien preparados, otros con una gran cultura, otros traen una gran intuición y otros nada más el talento. Veo poco el teatro contemporáneo en México, hay de todo, como en todos lados, mi experiencia es que hay cincuenta obras de teatro y creo que sólo dos valen la pena, a nivel creativo, artístico, lo demás es pura paja, poder decir "esto me está planteando algo nuevo" eso lo veo muy poco, me temo que suele ser más cuantitativo que cualitativo, hay un gran teatro que se hace en México: el teatro universitario en México es excelente, hay directores como Pepe Caballero, Enrique Singer, Luis de Tavira en la burocracia teatral, ya se nos están muriendo nuestros grandes directores que eran Gurrola, Héctor Mendoza, que ya estaban viejitos y cansados, yo vi gran teatro en México, que como en cualquier parte del mundo hay teatro contemporáneo, creo que a veces mejor que el Europeo o el norteamericano, a veces peor, yo no tengo nada que decir del teatro contemporáneo, hay mucha gente interesada y muy profesional trabajando. en nuestro país, hay mucha gente talentosa, profesional y muy bien preparada, ya basta de decir que México es un país atrasado, no es cierto, desde todos los tiempos se ha hecho tan buen teatro como en el resto del mundo, y tan buena danza y tan buen arte en general. No nos hagamos tontos, tenemos una educación que tiende más a lo europeo, formas de ver el mundo, nos cambiaron nuestro pensamiento prehispánico, estamos globalizados, pretendemos irnos a lo neoyorkino. Nuestro país es un gran país, tenemos premios nobeles, de Asturias, somos diferentes pero somos similares al resto de los demás países, con muy malos gobernantes, eso sí, que tienen un país al que no han sabido administrar, pero persiste el talento nacional eso sí.


¿Qué consejo darías a la amplia gama de estudiantes que has tenido, actores, bailarines y gente en general que se aproximaba por primera vez al teatro?
Que tuvieran un compromiso con ellos mismos, al mantener un compromiso contigo mismo e ir descubriendo ese ser tan maravilloso que eres puedes transformar tu entorno, no hacerte tonto, ser honesto contigo mismo y con los demás. Saber asumir tu responsabilidad de quien eres y para qué existes, saber asumir tu responsabilidad, como artista, como arquitecto, como abogado, y que no dejen de amar a México que es un gran país. Tengo muchas cosas que decir pero prefiero decirlas actuando y dando clases. Yo amo mi carrera y sentí felicidad al elegirla, y cada vez que doy clases creo que las personas tienen que encontrar el absoluto en el teatro, lo que yo sentí lo quiero transmitir, quiero que mi país siga manteniendo su gran calidad artística.

Celebras tus 50 años con mucho trabajo, pues además de tu trabajo Jorguito y el tambor, estás dirigiendo a Leslie Velázquez en el monólogo La historia de la serpiente
Sí, y tengo varios proyectos, en este momento una serie de televisión para TVUV que se llama “Pupilos” y tiene que ver con las peripecias de un estudiante universitario entregándose a terminar una carrera profesional sabiendo a la vez que saldrá de taquero o de taxista, la relación con el poder académico, con el poder universitario o judicial donde te tienes que enfrentar a un país tan bosta como el que tenemos.

¿Me podrías hablar un poco de Jorguito y el tambor?
El monólogo es algo que yo vengo haciendo desde hace varios años, me estoy dedicando a ser monologista como actor y director. Pienso que el estar sólo en el escenario sin la parafernalia escénica y también sin la presencia de otro actor que te salva es de una gran dimensión, te hace crecer, te da una fortaleza escénica muy fuerte y estoy en el momento en que no hay tantos personajes para mí, hay personajes para hombres más jóvenes, si los hay son personajes no protagónicos, y yo quiero trabajos que me ayuden a dimensionarme, a crecer, uno nunca termina de crecer. Le pedí a Enrique que escribiera este monólogo, al leerlo me gusto mucho, le puso dimensiones dramáticas que viajan mucho y reflejó mucho de la historia que se vive en el país en la historia de este niño, de este hombre que tiene ese evento en su pueblo y como se transforma su vida, como pierde a un gran educador. Como en este estado acabamos de perder mucho. Enrique y yo nos conocemos bien, hemos trabajado mucho, nos respetamos de una manera profunda, reconocemos nuestras necesidades y habilidades. No hemos terminado, creo que el monólogo día con día se va dimensionando, el teatro es infinito, no queda en una función sino que hay mucho que recorrer con una sola frase. En eso estamos, él se analiza como autor y director y yo también voy aprendiendo. Yo siempre he tenido siempre ganas de hacer personajes como Pito Pérez o tantos otros de novelas revolucionarias históricas, como Chicote y Mantequilla que formaron mi gusto cinematográfico, el cine de Ismael Rodríguez, David Silva, Pedro Infante, la Chachita, yo bebí todo ese cine, tenía ganas de hacer ese personaje histórico. Y bueno Jorguito y don Conserje tiene que ver con un señor del pueblo que a la vez está cuidando el teatro, conserva su tambor y conserva su nombre.

¿Me cuentas un poco de la historia de la serpiente?
La historia de la serpiente es un trabajo que vengo haciendo desde hace tiempo con diferentes textos, el reto de convertir lo narrativo en dramático, tomar escritos que no son para la escena sustrayendo el conflicto que es una de las bases del arte dramático. Empecé con Macario de Juan Rulfo con el mismo Enrique González y nos fue muy bien. Llegamos a representar a Veracruz en el 92, pero ya sabes como es este país, nos truquearon el premio y en fin, ya sabes. Hice las leyendas de Coatepec, una adaptación con mi taller hasta este texto que conseguí gracias a Marla Espinoza, conocí a Leslie y decidimos montarlo. Habla sobre esa soledad que se vive cuando se tiene una decisión amorosa fuerte. Le di mucha libertad y empezamos un trabajo de laboratorio donde ella trabajo a su director y a su actriz, y yo sólo le inducía a crear atmósferas, son valores muy femeninos, seducción, sensualidad, y lo que significa que un ser seduzca, porque los amantes no resisten, una soledad que se asume y se sufre. El trabajo del vestuario es precioso y la iluminación de Yoruba es sorprendente, con aciertos visuales muy claros. Yo le pedía a Yoruba una impresión que tenía y el la realiza muy bien.

Felicidades Jorge
Pues gracias, aquí estamos para servir... de algo.

Actor, director y maestro de teatro, miembro de ORTEUV desde 1974. Dentro de su carrera profesional ha participado en más de 35 montajes escénicos entre los cuales se ha destacado en papeles como el Bottom de Sueño de una noche de verano dirigida por José Solé en Bellas Artes; su caracterización como Trotsky en Rompecabezas de Sabina Berman, dirigida por Abraham Oceransky; sus interpretaciones como protagonista de Pastel de zarzamora de Jesús González Dávila, y en La Bufadora de Hugo Salcedo bajo la dirección de Francisco Beverido, entre otros. Su formación actoral ha sido con maestros como Carlos Ancira, Héctor Mendoza, José Luis Ibáñez, entre otros. En cuanto a su formación como director de escena ha tenido maestros como Alejandro Jodorowsky y Marta Luna. Ha participado en diversas películas entre las que destacan: El coronel no tiene quien le escriba, El crimen del padre Amaro y Tiempo real. Así como en varios cortometrajes, series radiofónicas y programas televisivos.

sábado, 2 de julio de 2011

Después del ruido, después del vacío… te quiero.

Entrevista al elenco de “Adictos Anónimos” de Luis Mario Moncada, producción conjunta de Laboratorio escénico A.C. y Vulcanizadora Producciones.

Es algo redundante de mi parte señalar que estos dos colectivos son jóvenes que no le piden nada en cuanto a calidad a las instituciones teatrales ya conformadas, asentadas, (algunas veces anquilosadas) en el estado de Veracruz. Luis Mario Moncada escribió una obra divertida y rica titulada “Adictos Anónimos” y son Vulcanizadora Producciones y Laboratorio Escénico quienes lo presentaron para el público xalapeño en el mes de junio en el auditorio de radio universitaria. En palabras de Mahatma Gandhi, “vivimos tiempos donde llegamos a nuestra vejez completamente abatidos en cuerpo y espíritu; el ruido y el vacío merman nuestras fuerzas, nuestro intelecto…”






¿Cuáles son sus papeles? ¿Quiénes son sus personajes?
Jonathan Barrales.- interpreto al teleadicto y mi personaje tiene un serio problema con la televisión, el facebook y el twitter y en cuanto más monitor tenga a su alrededor mejor.
Alberto Lara.- Yo interpreto al alcohólico, un borracho que dice borrachadas y tiene mucho conflicto con su mujer que es una doctora cafeinómana.
Betania Benítez.- Yo soy la fanática religiosa, no tengo propiamente una adicción pues las que tenía ya las corregí, sino una conducta compulsiva hacia la religión, hacia dios y hacia la hermandad donde me siento segura.
Derick Garza Xicoténcatl.- Yo interpreto a un fumador, sé que hace daño el tabaco, no me importa ni me importa la gente que está a mí alrededor.
Yessenia Muñoz.- Mi personaje es una doctora cafeinómana adicta al café y a diestra y siniestra hace experimentos con su amiga de la prepa suministrándole pastas nada más por experimentar. Ángeles Jezabel Zambrano Montiel.- Yo interpreto a Martha, una adicta a las pastas que está enamorada de Ángela, le llama y no le contesta por lo que su doctora le da más pastas con lo que va enloqueciendo.
Eloísa Diez.- Me ocupo del sonido y del video
Rodrigo Perez Zamano.- Soy el diseñador gráfico.

¿Cómo se apoya un creador visual en un texto teatral?
Rodrigo.- Tenía que jugar con la palabra adictos sin demostrar quienes eran los actores, al suprimir los ojos de la cara lo vuelves anónimo, el trabajo está basado en la psicología del color, en la teoría de la forma. el juego de Adictos Anónimos es algo cíclico, como todo lo que es una adicción, en el logotipo se empieza con una A y termina con una S generando un impacto visual, combinando rojo negro, o verde y amarillo forman remitentes a lo prohibido, la psicología del color busca afectar al sentimiento del individuo con colores, texturas y básicamente en eso está basado.

¿Cuál es la circunstancia que vivimos que genera tantas adicciones?
Jonathan.- Según yo las adicciones, ya sean sustancias o conductas compulsivas, se dan por un algo que no se tiene y se intenta suplantar con otra cosa, se llena con lo que sea.
Eloísa.- Es una respuesta falsa y vacía a ese vacío, de eso precisamente trata le segunda parte de la obra con la conferencista cuestionando si estas medidas que se toman contra las adicciones son viables, son realistas, ¿Por qué no se tratan de igual manera unas adicciones que otras? ¿Se puede con violencia frenar una adicción?



¿Qué les ha parecido el texto?
Alberto.- Es un texto muy dinámico, es como una serie de monólogos, cada adicto habla de su realidad, de su adicción algunos tienen mayor grado de dependencia que otros, hay personajes que dicen que no van a cambiar sino que están bien, hay personajes que a lo largo de la obra cobran un poco de conciencia, reconocen que necesitan cierta ayuda y deciden cambiar, finalmente es un reflejo de la sociedad y la manera que cada quien vive ese vacío y, a mi punto de vista, tiene que ver con este modelo económico que tiene que ver con producir y producir, y comprar y comprar y al final no sabes de qué se trata realmente la vida, pero de lo que dicen que se trata seguramente no.

¿Cómo mejoraría la legalización este problema?
Alberto.- Hay países donde es legal y tolerado, y los referentes que tenemos es que hay un boom que luego decae, hay un libro llamado "planeta marihuana" que habla de las circunstancias de los productores de cannabis donde el consumo es legal, habla de que los productores tienen muchos problemas, como el resto de los campesinos, para sostener cierta producción o impuestos. Pero creemos que ni el estado ni nadie tiene derecho a decidir sobre el individuo, pienso que hay otras medidas, como educación e información, hay sustancias legales que están matando a mucha gente, y hay sustancias ilegales que no son tan nocivas, esto sin tomar en cuenta la cultura de cada país. El punto es que cada quien sea capaz de decidir con lucidez.
Betania.- Creo que por eso es importante, no es que estemos a favor de la legalización, no es la "bandera" de la obra, pero si te ayuda a decidir entonces ya viene la responsabilidad de cada quien porque si no ni siquiera puedes informarte que te estás metiendo y a quien reclamarle.
Jonathan.- No es en sí la "bandera", los personajes son grotescos, dan risa pero si hay cierta repulsión y si decides ser así pues es parte de la coherencia con lo que dices y haces. Habrá gente que diga no me quiero ver así es válido, y habrá quien diga me vale.
Yessenia.- El texto invita a una reflexión, no pretendemos ni que se legalice ni que la gente deje de tomar lo que sea, al fin y al cabo las sustancias del texto son legales y el texto da la información, pero la idea es que la gente se ponga a reflexionar, que se empiece uno a preguntar, uno va por la vida consumiendo café o con conductas compulsivas y ni te das cuenta ni te cuestionas como estas afectando tu entorno o a tu familia.
Eloísa.- Si, y de la mano del texto, así como Luis Mario propone una ruptura con el formato convencional del espacio también propone una ruptura sobre los lugares comunes o convencionales respecto a cómo se cuestiona esta circunstancia, el texto propone varias rupturas, la legalización es una de ellas, pero no es la única, pensemos desde otro lugar porque lo que se está haciendo no está funcionando, drogas legales aquí hay muchísimas, no en todos los países se pueden comprar la cantidad de medicamentos que se pueden adquirir aquí, medicamentos psiquiátricos que se toleran porque es una adicción no molesta o tolerada.
Betania.- Luis Mario propone una ruptura en cuanto a los diálogos alrededor del conflicto, y nosotros la rompimos aún más con la ruptura del teatro a la italiana para que la gente pueda sentirse al lado del adicto, y como parte de la escena y eso ya es conducta compulsiva de vulcanizadora producciones y laboratorio escénico. Romper el espacio, no nos gusta ya eso de la cuarta pared.
Alberto.- Ya hace un rato que nuestras producciones no hay esa distancia, nos gusta revolvernos, viva la promiscuidad creativa.

¿Algo más que deseen agregar?
Alberto.- Consideramos que esta forma es mucho más efectiva que las campañas tradicionales de viva sin drogas, hay muchos especialistas que pretenden aportar de una manera honesta su conocimiento a este flagelo donde últimamente resulta que el tratamiento es peor que la enfermedad y es esta violencia de la guerra al narcotráfico. Que no solamente ha generado descomposición social sino una guerra absurda con la que no estamos de acuerdo. Conciencia para acercarnos a la población juvenil, creo que no hay otra manera para hablarles que con la verdad y cada quien va a decidir si expande su conciencia, qué es lo que es mejor para sí mismo, la prohibición no es una forma efectiva de acabar con el problema, este es un esfuerzo sincero de estos teatristas hacia lo que estamos viendo que esta descomponiendo a nuestro país, al continente y hasta al mundo entero. Sabemos de experiencias exitosas en países como Suiza, como Grecia, Croacia donde han logrado bajar los niveles pero no es de este modo. Unas personas Colombianas nos decían que esperaban que aquí no pasara lo que paso en Colombia... creo que ya es un poco tarde, pero volviendo a lo primero: este es un esfuerzo sincero porque, independientemente de cuál sea su definición el arte sirve al ser humano

¿Qué desean ahora para México?
Jonathan.- Conciencia
Yessenia.- Un lugar donde puedas vivir tranquilo, trabajar en lo que quieras o ir a donde quieras, la vez pasada que había balaceras aqui en Xalapa que es la capital del estado y la gente dejo de salir, daba miedo salir a la calle, creo que no debemos vivir así.
Alberto.- Que deje de gobernarnos el hampa.

¿Las últimas dos palabras de la obra qué significan?
Jonathan.- Había una discusión sobre si las dejábamos o no las dejábamos, y las dejamos, y es que después de ver todo este caos vemos que incluso un ser así puede ser amado, creo que es muy bello, aún en esa circunstancia puede brotar el amor y surgió la flor en la cloaca.
Eloísa.- Habla de la alineación y el vacío que hay, el afecto está ahí, pero el ruido y la alineación no dejan ver lo que está ahí, estamos metidos en pleno ruido y eso va directo a las adicciones y a otros problemas.
Alberto.- Si, hay mucho ruido, aunque en la mañana al levantarte no hayas ni abierto los ojos ya están en tu cabeza corriendo un montón de problemas y voces que lo que generan es ruido. Creo que hay que meditar un poco y me gusta mucho lo que acaba de decir Jonathan, todo está embarrado y ya no sabes ni de que tamaño ni de qué color pero dentro de cada ser humano hay una flor de pétalos intactos y eso, el amor, puede salvar al género humano.

http://www.laboratorioescenico.org/


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