viernes, 25 de febrero de 2011

LOS PROBLEMAS DE LAS NUEVAS GENERACIONES MEXICANAS

Juan María Alponte
http://juanmariaalponte.blogspot.com/

Para Rodolfo Sandoval que busca el conocimiento.

En las últimas generaciones, por su bajo incremento económico, México no ha podido hacer frente a una prioridad básica: el empleo y, sobremanera, al empleo digno. La desigualdad social y la baja movilidad han perpetuado la pobreza que, sin duda, sigue incrementándose en términos no sólo patrimoniales, sino de subsistencia.

De acuerdo con el documento de INEGI del 11 de febrero de 2011 el 5.4% de la población estaba desempleada, el 7.6% subocupada. Ello permite hablar, en serio, de un 13% de fragilidad social. Si añadimos, a esa cifra, la del 27.9% de la población en el Sector Informal nos encontramos con el 40.9% de la Población Económicamente Activa (PEA) al margen de la seguridad.

El Sector Informal y la población subocupada pueden tener ingresos irregulares, cierto, pero no cambian el problema de fondo, esto es, que casi la mitad de la población activa vive una situación –histórica- lamentable.

De acuerdo con el Informe de la OCDE (“15 Estados Mexicanos”) los datos, a nivel nacional, eran los siguientes: el 18.2% de la población mexicana padecía “pobreza alimentaria”; el 24.7% “pobreza de capacidades” y el 47% “pobreza patrimonial”.

¿Puede decirse más?

El alto nivel de la población integrada en el Sector Informal, casi el 28% de la Población Económicamente Activa, no es sólo un dato grave en términos económicos y sociales. En efecto, es mucho más grave en orden a un indicador social y cultural ineludible: que esa magnitud informaliza a la sociedad en su conjunto sin aludir algo ineludible en nuestros días: que esas dimensiones implican una masa social estratégica apta para incorporarse a la delincuencia o al crimen organizado. Este sector es, estructuralmente, por penoso que sea decirlo, una fuente importante de “empleos asociales”, pero, sin duda, crecientemente sofisticados porque la movilización de los recursos no sólo del narcotráfico –no nos engañemos- sino la de su “industria paralela”, industria que ilustra el proceso económico, paralelo, del tráfico ilegal. Proceso que requiere, de un lado, mano de obra y, del otro, especialistas sofisticados, de educación terciaria, para el lavado de dinero y la estrategia misma de la lucha territorial.

Es muy significativo que se hable de “bandas” que, entre sí, disputan y combaten por territorios, pero se habla mucho menos, como si no existiera, del “blanqueamiento” de los capitales y de su integración paralela en la corrupción del sistema o en la implicación del dinero “blanqueado” en la vida económica y en la política. Tema capital. Plantea otro proceso: la fragilidad, igualmente estructural, de la justicia criminal en México. Léase el último Informe del Human Rights Watch. Es desolador.

En suma, la informalización de la sociedad afianza, favorece y amplía las posibilidades de economías de corrupción superpuestas. Algunas de ellas, como la piratería o la pornografía infantil (México “país tercero” en este punto dramático) forman parte ya del discurso de una sociedad que, a su vez, desciende en competitividad habiendo pasado del lugar 42 del mundo al 66 en el año 2010. Transparencia Internacional (The Global Coalition against Corruption 2009) colocaba a México, de 180 países evaluados, en el lugar 89. En ese espacio dramático, y con la misma puntuación, México estaba acompañado por algunos países, en ese lugar 89, que, inclusive para gente informada, le sería difícil localizarlos en un mapa-mundi. Véase: Lesotho, Malawi, Moldavia, Marruecos y Ruanda.

Nuestros socios en el Tratado de Libre Comercio tampoco son monjitas de clausura, pero ocupaban en Transparencia Internacional, lugares honorables o casi. Canadá, lugar 8 y Estados Unidos, lugar 19.

En el mismo Informe de la OCDE se señala que México está en el grupo de la OCDE con la más baja cantidad de investigadores por cada 1,000 empleados en la industria. Añade el Informe: “México califica mal en dos medidas ordinarias de productos de generación del conocimiento que podrían inducir la innovación: las patentes y los artículos científicos publicados. México, añade, el documento de la OCDE a la letra, ocupa el último lugar en los grupos de patentes triádicas como en las publicaciones de artículos científicos (ambos por millón de habitantes)…”.

En estos momentos, a su vez, el mundo entero, el desarrollado sobremanera, está preocupado por las pensiones, hecho que moviliza a las mayorías y genera huelgas masivas y debates de Estado. En México ya el 9.9% de la población está en la Tercera Edad y en una generación o antes estaremos en los niveles medios de Europa donde entre el 15 y el 18% de la población está en edad de jubilación o lo pretende. México está en mantillas en ese problema del cual vengo señalando su magnitud desde hace 20 años.

Se me contestaba, entonces, que los mexicanos “morían antes”. Era una impertinencia y una revelación de ignorancia mayúscula. Hoy la esperanza de vida del mexicano es de 75.3 años, esto es, 77.6 años para las mujeres y 72.9 para los varones. Eso supone la necesidad de una visión global del Estado y de la Sociedad porque decenas de millones de personas entrarán en la etapa final de su trabajo (en teoría y en la praxis) sin seguridad para sus últimos años. Dado el alto nivel de desempleo, subocupación e informalidad los cotizantes son pocos e inseguros para acumular los recursos adecuados para el problema demográfico que nos viene encima como una gran marea social.

Al mismo tiempo, como prueba de la poca previsión de una clase política que se disputa, como el narco, territorios, pero que no crea una sociedad digna, México ocupa el último lugar entre los miembros de la OCDE en gastos en Inversión y Desarrollo (I&D) y, por tanto, ¿cómo implicar al conjunto social en problemas agobiantes para el futuro? En otras palabras, sin Innovación e Investigación, ¿cómo integrarse en el futuro?

Lo grave es que el futuro ya es hoy y se sigue hablando, míticamente, en términos del pasado. El Homo sapiens batido, en todos los terrenos, por el Homo demens. Es preciso, por ello, asumir las responsabilidades del presente sin las máscaras habituales de la clase dirigente. ¿Cómo superar los riesgos y las contradicciones que nos ofrece, a su vez, el presente? Respondo con una frase prodigiosa de Víctor Hugo: “Lo posible es un pájaro misterioso que planea por encima de los hombres”.Pero, si ello es verdad, cabe añadir algo más: “ese pájaro no debe ser enjaulado”. Las masas en movimiento, en el mundo, están demostrando, a los faraones de la tiranía y la ineptitud, que algo inesperado, pero altamente esperado, les atrapó en sus madrigueras suntuosas. Cierto, pero ¿cómo lo han pagado los pueblos durante décadas?

E-mail: alponte@prodigy.net.mx



http://pacocalderon.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario