domingo, 23 de enero de 2011

viernes, 14 de enero de 2011

From the Old Xalapa Corral



¿Me pregunto qué será de México dentro de cien años?

Me pregunto si el tiempo, la tergiversación mediática a favor del órgano en el poder o tal vez las imaginaciones ociosas forzadas a permanecer en sus hogares haciendo uso de ríos de tipeos de teclas, (ya no de tinta), convertirán esta violenta realidad en relatos de supervivencia épica elevando a los asesinos y víctimas al carácter de figuras emblemáticas y simbólicas del drama humano sumergidos en impostergables enfrentamientos de carácter mítico.

¿Será que el militar, ex militar o para militar apodado Desiderio el salvaje, Canana Pérez, o Juan Gatillero Hernández será recordado por la leyenda de cómo tumbó a cuatro sicarios a poco menos de un kilómetro de distancia con un arma larga a golpe de percutor?

En este clima de violencia es un error especular, invito a no hacerlo, pero también es un error pensar que son dos oponentes en más o menos igualdad de fuerza los que se están enfrentando este 14 de Enero en las calles de Xalapa, lo cierto es que, como en el emblemático enfrentamiento de los hermanos Earp, grupos armados oficiales, semi oficiales, e independientes buscan el control de una zona comercial estratégica. Estos “narcos” no llegaron a instalarse el miércoles, siendo descubiertos el jueves y detenidos/exterminados a lo largo del presente viernes, antes bien tuvieron el tiempo de estudiar sus zonas de influencia, adquirir los inmuebles necesarios para su labor distributiva, hacerse de una cartera de clientes y establecer rutas de mercado durante y al amparo de la administración de Fidel Herrera Beltrán.

Independientemente de esto, incluso de los tiros aislados, (no de ráfaga), que escuchamos en Xalapa a lo largo de estos dos días tenemos que recordar que no es a nosotr@s a quienes corresponde tener miedo; a quien corresponde tener miedo es a todo aquel que habiendo descubierto armas de largo alcance tiene que clausurar un centro urbano de topografía muy pronunciada que ofrece en las calles de Lucio, Revolución, Carrillo Puerto y Àvila Camacho un punto estratégico a los palacios de gobierno de esta ciudad capital.

A quien corresponde tener miedo es a todo aquel que habiendo sobrellevado un sistema de compadrazgos, negligencias e indiferencia hoy ve rebasada toda su autoridad moral, (si es que alguna vez la tuvo), por la inmoralidad de un voraz consumismo que ell@s mism@s sembraron en la forma de una “paz social” simulada.

A estos que se están matando hoy día en nuestro México es a quienes corresponde el miedo, no los inocentes y ni siquiera a sus víctimas, dentro de las cuales nos incluimos tod@s nosotros en un segundo grado pasando a primero el día que a nosotr@s o alguno cercano nos alcance una bala.

A los militares y elementos de seguridad de profesión, a los que sean verdaderos servidores de esta nación, (que ciertamente y a pesar de todo existe), no olviden que si, precisamente, nuestra nación existe histórica e institucionalmente a pesar de extraños enemigos, (externos e internos) que con su planta pisotean lo más sagrado ha sido gracias al heroísmo de quienes compactan en un segundo de entrega el mismo heroísmo que un campesino pone en su tierra durante ochenta o más o menos años de dura existencia; un campo que por lo demás ahí está todavía como siempre ha estado, podemos agregar “jodido” o tal vez “labrado” tomaré la segunda sin olvidar la primera. Labrando su fervor, pese a la incertidumbre y las negligencias de dirigentes megalómanos, analfabetas e incontinentes, México es, y siempre ha sido, semillero de verdadero fervor humano, de plena exaltación del espíritu.

A los verdaderos artistas, periodistas y trabajadores de la comunicación: No se dejen amedrentar, éste es SU país, éste es SU mundo real, no es el mundo de esos papanatas que aplastan sus traseros y afilan sus narices frente a su trabajo del jueves, viernes, sábado o domingo para sobrellevar las dos horas previas a que los table dances y discotecas empiecen a vender alcohol, y olvidar que su expectativa de vida no supera los treinta y tres años de edad, o que será en la medida de su servilismo e indiferencia que mejorarán una condición económica personal y egoísta que se erige como el único flaco bastión de toda su triste existencia. Al desarrollar su trabajo de jueves, viernes, sábado o domingo, producto de su esfuerzo semanal, de su entrega diaria no olviden que se deben a ese que se sienta al lado del primer mentado, uno cuyo corazón se abandona con sencillez y esperanza a la verdad de la que ustedes se vuelven instrumento, a la convención simbólica más no ilustrativa y mucho menos simuladora de su propia condición; no censuren su pasión, hoy más que nunca es de vital importancia.

A los verdaderos formadores, padres, maestros, tutores, cuiden de no dejar un solo día de transmitir esperanza, esa es su principal materia prima, símil inextirpable de la búsqueda de conocimiento.

A l@s jóvenes que Ni somos ocios@s, Ni somos ignorantes, Ni nos conformaremos con las migajas de cultura, democracia y economía con que pretenden alimentarnos, esta es ya nuestra herencia y ha llegado el momento de tomarla, sólo será la mejor, sólo será perfecta en la medida en que busquemos que sea y que sea para tod@s.

A todos nosotr@s, cuídense y cuidémonos, en última instancia cuiden de no presentar un blanco, pero sobre todo no tengamos miedo, no nos abandonemos a nosotros mismos abandonando nuestro hogar, a pesar de la incertidumbre, por favor, les suplico: no tengamos miedo.


http://www.demotix.com/news/23369/soldiers-mexico

miércoles, 5 de enero de 2011

¿Latino América existe?


Ensayo que presenta Luis I. Arbesú
para la acreditación de la materia Teoría de la argumentación
impartida por el maestro José Luis Rivera
dentro de la Maestría en Historia del Pensamiento
Universidad Panamericana Facultad de Filosofía
Septiembre - Octubre 2010

Si éste es el mundo,
que se queme entero de una vez.

¡América Latina no existe!
...me voy,
seguiré escribiendo sobre ella.


“Quiero ver cómo trabaja tu mente”… me pidió el maestro José Luis Rivera ¡Vaya una desnudez más impúdica! Al reflexionar sobre mi febril interés en el comentario de Glenda que me incitó a producir el siguiente escrito, demostrado quedó que mi madurez intelectual no excede la de un lobo en celo… Sin embargo, y a manera de apología, diré que no fue la consecución del talento ni la belleza de Glenda lo que me incitó a desarrollarle, antes bien me dejaron una profunda impresión los dos elementales requerimientos contenidos en este producto: algo que se ignore y algo que nos duela; de forma que, como tantas cosas que se dan por conocidas en el ideario común, las implicaciones del término “latino” permanecían como un misterio en mi conciencia, (a pesar de los cadenciosos esfuerzos de Proyecto Uno ); de igual forma, el uso peyorativo que se le da al término sigue produciéndome ese fervor enjundioso que incita imprecaciones y desacreditaciones que en la mayoría de los casos se lanzan sin fundamento. Desarrollo el siguiente escrito en un afán por tener fundamentos para futuras argumentaciones en el debate por la validez y riqueza de mi herencia y mensaje, que ahora es, y al menos pretendo que siga siendo, mi vida.

“¿De dónde viene el término “Latino – América?”

Es un error emplear el término “latino” para referirse a un hispanohablante. Visto que “latino” se entiende como todo lo que deriva del latín el primer trabajo debería ser definir todo lo que dicho término abarca. A partir de la totalidad que es el continente Americano seleccionemos aquellas partículas que presentan como rasgo común el empleo de lenguas romances derivadas del latín. Ibero América tiene que ver sólo con España, sin embargo no se ha impuesto nunca el término Franco América o Lusitano/Porto América, por lo que esta definición no significa una diferencia generacional para las naciones “latinas” fuera de su tradición histórica.

“¿Cómo era América cuando no era Latina?”

Las regiones exploradas y colonizadas por los europeos poseían rasgos comunes. La mayoría de las poblaciones autóctonas se instalaron en los lugares geográficamente más favorecidos. Fue a partir de estos centros urbanos que los principales poblados coloniales se desarrollaron. Esta circunstancia nunca ha sido aplicada plenamente por la América Anglosajona, (exceptuando tal vez unas plumas en la cabeza y botargas de pavos en un School Festival del Thanks Givin Day), a pesar de los pactos iníciales entre los colonos y poblados como Mohicanos, Delawares, o Hurones , en las trece colonias imperarían el desalojo y el exterminio. En el modelo colonial, y es también esta una circunstancia análoga a las regiones Latino Americanas, los indios eran adoptados como ciudadanos del imperio, si bien lo eran de segunda o de tercera. Por un lado se estableció la encomienda y por el otro se propicio la evangelización. La enseñanza de la fe cristiana requirió de puntos estratégicamente dispuestos para el tránsito de los frailes, en algunas zonas del continente se situaron a un día de distancia caminando. De igual manera, el descubrimiento de minas, (como por ejemplo en Zacatecas o Guanajuato), requirió de la edificación de poblados cercanos para la creciente mano de obra. Estos fueron factores comunes en el desarrollo de la América Latina colonial.

“¿Cómo fue que América se volvió Latina?”

La encomienda fue empleada como un sistema para la explotación de los indígenas; fue debido al creciente índice de mortandad y a la demanda de mano de obra que comenzaron a introducirse esclavos de raza negra en las colonias Latino Americanas. Las aportaciones culturales de los grupos africanos a la cultura latinoamericana puede apreciarse, sobretodo, en diversos géneros dancísticos y musicales. Las condiciones marginales de los indígenas y los africanos propiciaron varios levantamientos y conflictos a lo largo del periodo colonial. Las costas eran asediadas por corsarios que además de su enriquecimiento personal pretendían debilitar el poderío económico de naciones imperiales, (principalmente España), el pillaje y los bandidos asolaban ciudades y caminos en todas las regiones. Mientras que los abusos comerciales fueron una de las principales causas para el levantamiento en las trece colonias norte Americanas Anglo Sajonas, en el territorio Latino Americano esta circunstancia se sumo a un histórico resentimiento social que pervive aún en nuestros días. Podría decirse que ideológicamente vivimos la revolución de los estados del sur y la revolución de independencia al mismo tiempo cuando nuestra región buscó independizarse de Europa.

“¿Bajo qué circunstancias surgieron los países Latino Americanos?”

Desde el descubrimiento del continente americano la idea de un mundo ideal o Utopía estaba presente en la conciencia colectiva propiciando un movimiento migratorio masivo. El desarrollo de la industria se debió en gran parte al trabajo de grandes masas trabajadoras, no solamente europeos y africanos sino también inmigrantes asiáticos comenzaron a llegar al continente. La forma de gobierno republicano generada en la revolución francesa inspiró la constitución de los Estados Unidos norte Americanos de la cual se copiaron las constituciones de las nuevas naciones latinoamericanas. Aunado a esto, las corrientes ideológicas de este tiempo, (principios y mediados del siglo XIX), lucharon por imponer una forma de representatividad popular que sin duda concebían como la mejor ante los abusos monárquicos de los que habían sido objeto. Sin embargo, esta circunstancia chocó con el aparato gubernamental centralista que las diversas regiones Latino Americanas siguieron a lo largo de su existencia. Donde había un virreinato se instauró un nuevo imperio o una cámara de caciques regionales.

“¿Cómo se ha conformado Latino – América hasta nuestros días?”

La violencia en Latino América es la herencia de la pugna por la riqueza. Todo acto violento deja marcas. Las cicatrices de Latino América son discernibles por sus efectos en la historia. El término “latino” es tan antiguo como este conflicto generacional. El latino contemporáneo habita una región de gran riqueza natural que se debate entre sistemas centralistas tradicionales, una competitividad capitalista impuesta e instituciones comunitarias heredadas buscando un justo medio que no se ha conformado todavía.

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01 ESCOBAR Caro, Glenda.- 06 de octubre a las 12:37

02 ZAPATA Nelson, Latinos, Proyecto Uno - New Era, track núm. 08,1996, http://www.youtube.com/watch?v=sdAqNDqgF2U

03 VASCONCELOS José, ¿Qué es la Revolución?, Ediciones Botas, Primera edición 1937, Pág. 67 (Fragmento de ensayo: Enjundia.) Gracias a nuestra lengua de materialidad sublimada, no caemos nosotros en la lógica, como cae el francés; ni regresamos al instinto, como le ocurre al inglés. Nos quedamos como el griego, en la síntesis del alma y cuerpo, sin mengua de la jerarquía de la pasión sobre el instinto.

04 DEL CASTILLO, Bernal Díaz Historia verdadera de la conquista de la Nueva España Espasa – Calpe, S. A. Colección Austral, Madrid, Segunda edición 1968, Pág. 70 (Fragmento del Capítulo XXIX). Y luego le preguntó por el Gonzalo Guerrero. Y dijo questaba casado y tenía tres hijos, e que tenía labrada la cara y horadas las orejas y el bozo de abajo, y que era hombre de la mar, de Palos, y que los indios lo tienen por esforzado; e que había poco más de un año cuando vinieron a la punta de Cotoche un capitán con tres navíos (parece ser que fueron cuando venimos los de Francisco Hernández de Córdoba) que él fue inventor que nos diesen la guerra que nos dieron e que vino él allí juntamente con un cacique de un gran pueblo, según he ya dicho en lo de Francisco Hernández de Córdoba. Y después que Cortés lo oyó, dijo: En verdad que le querría haber a las manos, porque jamás será bueno.

05 DEL CASTILLO, Bernal Díaz, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España Espasa – Calpe, S. A. Colección Austral, Madrid, Segunda edición 1968, Pág. 84 (Fragmento del Capítulo XXXVII) Antes que más meta la mano en lo del gran Montezuma y su gran Méjico y mejicanos, quiero decir lo de doña Marina: como desde su niñez fue gran señora y cacica de pueblos y vasallos; y es desta manera. Que su padre y madre eran señores y caciques de un pueblo que se dice Paynala, y tenía otros pueblos sujetos a él obra de ocho leguas de la villa de Guazacualco; y murió el padre, quedando muy niña, y la madre se casó con otro cacique mancebo, y hobieron un hijo y, según paresció, queríanlo bien al hijo que había habido; acordaron entre el padre y la madre de dalle el cacicazgo después de sus días, y porque en ello no hobiese estorbo, dieron de noche a la niña doña Marina a unos indios de Xicalango, porque no fuese vista, y echaron fama que se había muerto. Y en aquella sazón murió una hija de una india esclava suya, y publicaron que era la heredera; por manera que los de Xicalango la dieron a los de Tabasco, y los de Tabasco a Cortés.

06 COOPER Fenimore, El último Mohicano, Ediciones Altea S.A. Primera edición 1980, Pág 10 Decid más bien Alicia – replicó Heyward con vehemencia-, que no os hubiese confiado a él. Lo conozco y es de mi confianza. Dicen que ha nacido en el Canadá, y sin embargo ha servido con nuestros amigos los Mohawks, que, como sabéis, son una de las seis tribus confederadas.

07 VASCONCELOS José, ¿Qué es la Revolución?, Ediciones Botas, Primera edición 1937, Pág. 15 (Fragmento de ensayo: El Panamericanismo y nosotros.)Recordemos, para comenzar, los días prometedores en que Obregón gobernaba México, sin la venia del reconocimiento de Washington. Se celebró por entonces el Congreso Panamericano de Santiago. Y no obstante que México seguía pagando sus cuotas a la unión Panamericana, organizadora del Congreso intercontinental, nuestro país no fue invitado. Con lo que se probó una vez más que la célebre Unión reconoce un sólo amo, el Departamento de estado de Norteamérica.

08 WERTH, Alexander, De Gaulle, editorial Bruguera, S.A. Edición especial, agosto 1972, pág. 452 La recepción que se le dio fue un tanto mixta; las alusiones sobre “la familia latina” no encajaron por un igual en todas partes, y De Gaulle (a pesar de que sus discursos estaban deliberadamente libres de ataques antiamericanos) parece que atraía en gran parte a todas las ciertas facciones “anti-yanki”, tales como los elementos peronistas en la Argentina. Su visita, sin producir resultados inmediatos y tangibles, fue dirigida con la intención de una maniobra psicológica, un recordatorio a los países sudamericanos que potencialmente, en cualquier caso, tenían amigos en Europa (aunque, naturalmente, De Gaulle no había sido comisionado por “Europa” para hacer este viaje), quienes les agradaría dar una ayuda a Hispanoamérica sin repercusiones políticas. Todo esto no significó mucho en términos prácticos. El mismo De Gaulle se percató, en un espacio de tiempo relativamente corto, que él estaba tratando con un vasto continente gobernado en su mayoría por una pandilla más o menos desorganizada, y con una inmensa población urbana y rural hambrienta por bajo de los índices del proletariado, por quienes se había hecho muy poco. En un discurso durante su visita a Chile hizo también la melancólica reflexión que lo que le había llamado más la atención en Sudamérica era la extraordinaria falta de contacto, sin solidaridad, entre los diez Estados, y mencionó la Europa occidental como un ejemplo de cooperación que Sudamérica debería adoptar. Muchos observadores, franceses y sudamericanos, finalmente describieron toda la aventura de De Gaulle como una “serie de banquetes, discursos y nada más”. Los hombres de negocios, que poco después visitaron Sudamérica para explorar las posibilidades de invertir capital en expansionar el comercio, hallaron que las perspectivas eran arriesgadas y decepcionantes. Políticamente, De Gaulle manifestó con un aire de sarcasmo que era difícil el llegar a saber exactamente lo que cada uno de estos países necesitaba, y que todo el continente era un mosaico bastante incoherente de agradables dictaduras y estados policíacos democráticos. Añadió que él tenía la impresión de haber visto solamente a la “gente mejor”; que aquí y allí, le había sido permitido ver algunos estudiantes, pero que no le había sido ofrecido ningún contacto entre él y las “masas hambrientas”; un truco, a propósito, el cuál iba a tener un curioso paralelo durante la visita del primer ministro Pompidou a la India algunos meses más tarde. Al final, De Gaulle intentó consolarse con el pensamiento de que algún día, Sudamérica volvería a Europa, y que él sería recordado como el pionero de una nueva época hispanoamericana.

09 MONTES DE OCA, María del Pilar, Mamá, yo quiero saber…: la vieja trova cubana, Revista Algarabía núm. 66, año IX, Marzo 2010, pág. 70. En la Edad Media los trovadores eran esos artistas y músicos que iban de pueblo en pueblo llevando sus notas y poesía en forma de canciones de cuya tradición nace la canción popular. Hoy, siglos después, la palabra trovador denomina a los poetas y músicos que comparten el sentimiento, la tónica y el género musical; así encontramos, entre otras la trova yucateca, la colombiana, y la vieja y nueva trova cubana.

10 PONCE Lourdes, De dónde viene… tercer mundo, Revista Algarabía núm. 57, año VII, Junio 2009, pág. 12. El geógrafo francés Alfred Sauvy había acuñado el término tercer mundo (tiers monde, en francés) al publicar un artículo titulado “Tres mundos, un planeta”, en la revista francesa L`Obsevateur, (núm. 118, 14 de Agosto de 1952), en la que establecía un paralelismo entre los “tres mundos” y los tres Estados de la Revolución Francesa (nobleza, clero y pueblo llano). En este caso, el primer mundo (correspondiente a la nobleza) estaría conformado por los países capitalistas; el segundo, por los países del bloque socialista o comunista, y al tercero pertenecerían los países que no formaban parte de ninguno de estos bloques. El tercer mundo, como el tercer Estado francés (y el imprescindible, para Sauvy), estaría formado por los países subdesarrollados, explotados y marginados, a los que los primeros dos no prestaban atención, salvo para aprovecharse de sus circunstancias.

11 VASCONCELOS José, ¿Qué es la Revolución?, Ediciones Botas, Primera edición 1937, Pág. 62 (Fragmento de ensayo: Unamuno profeta.) Y pido a la providencia que me salve a mí también y no me deje caer en la blandura de las claudicaciones, y me guarde en el pecho, intacta, la ira santa y la pasión encendida. Y con la pasión, la claridad de la profecía. La convicción de que así no haya de ver yo mismo el México Nuevo por el cual he laborado; ese México del futuro será el México de los míos. No el de los que andan ahora escandalizándose de Unamuno y ofrendando su pleitesía a la fuerza en la más brutal de sus formas. A parir de Moisés, ha sido ilustre sino de los grandes conductores de pueblos no lograr sino el vislumbre de la Tierra Prometida, que no llegan a pisar. El esfuerzo de obligar la realidad a que se plegue l ideal, demanda más espacio que el de una sola vida. Ninguna cosa grande se da para el sujeto que la persigue. Y los mismos santos apenas alcanzan un atisbo de la Canaán celeste. Los simples mortales tenemos que conformarnos con vivir en pelea, desentendidos de la victoria. Inepto sería, por lo mismo, sufrir preocupaciones porque el éxito se acerca o se aleja, nos simule o nos cumpla. El más perfecto desdén es cuanto merece la mala concubina, que es la fama.